viernes, 7 de agosto de 2009

Destape de cañerías Carlitos


El otro día iba caminando y me encontré con esta pintura como decorado de una publicidad de plomería. No podía parar de reírme.

martes, 4 de agosto de 2009

Idea

El domingo a la mañana salí a caminar un poco por las plazas de Libertador.
Estaba cansado, embotado, y me pareció que era una buena forma de empezar el día.
Después de una larga vuelta, me detuve en plaza Mitre y me senté en uno de los descansos de las escaleras. Fue en ese momento, solazándome un poco entre la belleza del paisaje y los terribles culos de las cositas que iban y venían, que tomé nota del enorme papel que juegan los perros a la hora de facilitar el levante. No me refiero a perros de mala muerte, por supuesto, sino a perros de raza, lindos, cariñosos y, de ser posible, cachorros (las minas mueren por los cachorros).
Ahora bien, ¿tiene sentido tener un perro sólo para usarlo de levante? No, por supuesto que no. Es un gasto infernal, además de un verdadero incordio para quienes vivimos en departamentos.
Bueno, muy bien, he aquí la veta: montar un negocio de alquiler de cachorros para levante. A mí en particular me interesaría trabajar con los labradores. Pero bueno, es cuestión de gustos. La otra pata del asunto, es conectar a los interesados. Por un lado, dueños de cachorros que quieran descansar de ellos durante unas horas (ahí es cuando los traerían a mi local) y los interesados en usarlos de carnada en las plazas (estos son los que se los llevarían).
Los tiempos de alquiler podrían ser de unas dos o tres horas. Y mi negocio, por supuesto, sería la diferencia entre lo que le pago al dueño y lo que le cobro al que lo alquila.
Como si todo eso fuera poco, yo mismo tendría cachorros para uso personal y a un costo totalmente conveniente.
¿Qué les parece? ¿No podría dar el batacazo con ésto?